1. Factores estabilizadores
Con el éxito en las últimas elecciones en Haití se ha pasado página en la historia del país. Hoy, los haitianos tienen una posibilidad única para romper el círculo de violencia y pobreza y de moverse hacia un futuro de desarrollo estable y en paz. El presidente René Préval ha demostrado la determinación de llegar a todas las clases políticas y sociales del país, con un espíritu reconciliador y de diálogo dejando atrás décadas de tensión y exclusión[1].
El gobierno ha presentado un ambicioso plan para los próximos cinco años, concentrando su esfuerzo en la democratización del Estado y reforzando las instituciones democráticas, así como la inversión en sanidad incluso alentando a la inversión privada. La realización de este programa dependerá en última instancia de los haitianos. No obstante, la participación generosa de la comunidad internacional la sigue considerando completamente necesaria para tener éxito[2].
Sin embargo el gobierno de Haití requiere “tomar las riendas” de la ayuda económica internacional. Hasta ahora lo esencial de las donaciones llegaba a través de las ONG,s y lo que necesitan es un apoyo en el presupuesto del Estado[3].
En éste sentido el dinero comprometido por la comunidad internacional en Haití se eleva a 570 millones de euros hasta finales de 2007 que se sumarán a otros 760 comprometidos para estos dos últimos años[4].
Con el éxito en las últimas elecciones en Haití se ha pasado página en la historia del país. Hoy, los haitianos tienen una posibilidad única para romper el círculo de violencia y pobreza y de moverse hacia un futuro de desarrollo estable y en paz. El presidente René Préval ha demostrado la determinación de llegar a todas las clases políticas y sociales del país, con un espíritu reconciliador y de diálogo dejando atrás décadas de tensión y exclusión[1].
El gobierno ha presentado un ambicioso plan para los próximos cinco años, concentrando su esfuerzo en la democratización del Estado y reforzando las instituciones democráticas, así como la inversión en sanidad incluso alentando a la inversión privada. La realización de este programa dependerá en última instancia de los haitianos. No obstante, la participación generosa de la comunidad internacional la sigue considerando completamente necesaria para tener éxito[2].
Sin embargo el gobierno de Haití requiere “tomar las riendas” de la ayuda económica internacional. Hasta ahora lo esencial de las donaciones llegaba a través de las ONG,s y lo que necesitan es un apoyo en el presupuesto del Estado[3].
En éste sentido el dinero comprometido por la comunidad internacional en Haití se eleva a 570 millones de euros hasta finales de 2007 que se sumarán a otros 760 comprometidos para estos dos últimos años[4].
2. Factores desestabilizadores
La creciente población y la falta de recursos para poder desarrollar la agricultura hace que el futuro de Haití sea más oscuro todavía. A pesar de los esfuerzos del actual gobierno elegido democráticamente la solución del problema está todavía lejos. Incluso el gobernante mas democrático y leal con su población tendría serias dificultades en la resolución del problema.
La combinación de pobreza, la inadecuada regulación y la insostenible agricultura ha llevado a un nivel paralelo de deforestación. Ésta ha sido la causa de la pérdida del 99% de la masa forestal del país. Con ella se ha acrecentado la erosión de la tierra cultivables con lo que al año se estima que se vierten al Mar Caribe unos 36 millones de toneladas de tierra fertil[5].
El crecimiento de población del país ronda el 2% anual a pesar de la alta mortalidad infantil y la corta esperanza de vida. Se espera que en 2030 la población se acerque a los 12 millones, mientra que actualmente es de 8 millones[6].
La situación de seguridad continúa siendo preocupante y desestabilizadora, en particular los crímenes en la capital. El tráfico ilícito de armas y drogas sigue siendo un obstáculo a la lucha del crimen la impunidad y la corrupción. Las instituciones del estado, incluyendo la Policía Nacional de Haití, y el sistema judicial requieren una asistencia extensiva para que funcionen a los niveles necesarios. Es necesario cultivar el diálogo en el país entre todas fuerzas políticas y sociales para consolidar los avances conseguidos hasta ahora. La reducción de la pobreza y el desarrollo socio-económico son de máxima prioridad, como también lo son la rápida y visible mejora de la vida diaria de los haitianos[7].
El grado de corrupción del sistema judicial y policial hace que Haití ostente el dudoso honor de ser el país más corrupto del mundo[8].
Además de la corrupción es de resaltar la falta de formación del personal que asiste al sistema judicial siendo necesaria una enorme y urgente inversión en su formación y puesta en funcionamiento.
3. Posible evolución
El país está sumido en la pobreza y adolece de todos los síntomas de Estado Fallido. La realidad es que los países del hemisferio occidental no pueden permitir que un estado como Haití continúe fracasando en la región. Las amenazas de inmigración masiva ilegal, narcotraficantes, violencia interna, y una crisis humanitaria exigen una intervención extensiva por parte de la comunidad internacional.
Dada la situación geoestratégica del mismo, a las puertas de EEUU. es de esperar que éste país ponga todo su interés en la resolución del mismo por dos razones: peligro de tráfico de drogas de entrada en EEUU y la posible llegada de inmigrantes a su territorio.
Desde este punto de vista, la comunidad internacional, a través de la ONU, realizará todos los esfuerzos necesarios para apoyar al gobierno de Haití en su tarea de construir un estado.
La misión MINUSTAH se alargará en el tiempo hasta que el sistema judicial y la Policía Nacional de Haití tengan el poder necesario para controlar los problemas de delincuencia y el país empiece a estabilizarse. Quedarán sin reducir los núcleos duros del crimen que se encuentran en la capital, como por ejemplo Cité Soleil, aunque el país acabará estabilizándose en su mayor parte. El empleo de policía y fuerzas de otros países será necesario mantenerlo incluso aumentarlo en el área policial con oficiales francófonos para desarrollar las capacidades necesarias de la Policía Nacional de Haití en la lucha contra los secuestros y la violencia de bandas armadas. El apoyo inquebrantable de los miembros del núcleo duro (Francia, USA), los demás países donantes y organizaciones regionales serán de igual importancia para el éxito de la misión de MINUSTAH[9].
La ayuda económica internacional seguirá existiendo y estará condicionada a los progresos logrados por cada gobierno.
En definitiva el futuro conflicto de Haití está en manos de los propios habitantes del país. Sólo ellos, con ayuda internacional, serán capaces de construir un nuevo Estado estable, en paz, demócrata y con visos de futuro.
4. Lecciones aprendidas
Las lecciones aprendidas de este conflicto se consideran desde el punto de vista de las Naciones Unidas ya que como mediadoras del mismo pueden llegar a catalizar el proceso de paz.
La solución de Haití, aunque en un principio era necesaria la separación de las partes, es más policial que militar. Desde el inicio hasta estos momentos se ha desplegado una fuerza en MINUSTAH de unos 7.500 hombres. Sólo 1.600 de ellos eran policías, el resto eran componentes de fuerzas armadas. Dado que todos los problemas existentes en Haití en la actualidad son de carácter policial los números de participación deberían estar invertidos.
Por lo tanto debe haber un disminución progresiva de la presencia militar, probablemente, a favor de una fuerza de entrenamiento a la policía más fuerte, con capacidad de reclutar mucho más gente y de hacerla pasar por los cedazos de derechos humanos y de no-corrupción, que son necesarios para la incorporación de policías, pero eso debe ocurrir durante los dos o tres primeros años del mando del gobierno democrático[10].
Otra lección aprendida por ONU es que no es efectiva la ayuda policial de un contingente compuesto por 33 países tan dispares como España, Francia, Yemen, BiH, EEUU. China, Malí, Chad o Pakistán. En muchos de estos países existen los mismos problemas que la ONU trata de solventar en Haití. Además el problema del idioma, la religión y la forma de sentir el estado de derecho y la democracia varía mucho entre ellos. La solución pasaría por enviar al país unidades homogéneas de policía que operasen e instruyeran a la Policía Nacional de Haití de una forma coherente y coordinada.
Por último, las tropas que se enviaron como MINUSTAH no tenían la suficiente instrucción de combate en poblaciones con la consecuente falta de efectividad en la lucha contra el crimen en barrios como Cité Soleil[11]. Quizás no se valoró lo suficiente el tipo de fuerzas y la preparación que debían tener para intervenir en le país.
BIBLIOGRAFIA
[1] ANNAN Kofi. Report of the Secretary-General on the United Nations Stabilization Mission in Haiti. UN. 28 July 2006. p-18.
[2] Ibíd. p-9.
[3] ALEXIS, Jacques-Édouard. Haití no es un Estado Fallido”. El país. 1 de diciembre de 2006. p-12.
[4] Ibid.
[5] ERIKSON Daniel. The Haiti dilemma. Brown Journal of World affairs. WINTER/SPRIN 2004. p-294.
[6] Ibid.
[7] ANNAN, Kofi. op. cit. p-18
[8] http://www.transparency.org/news_room/in_focus/cpi_2006/cpi_table. Accedida el 4 de diciembre de 2006.
[9] ANNAN, Kofi. op. cit. p-20
[10] VALDÉS, Juan Gabriel. Uso de la fuerza, elecciones y desafíos de la MINUSTAH. Revista Fuerzas Armadas y Sociedad. Chile. 2005. p. 3-15. Chile.
[11] ANNAN, Kofi. Report of the Secretary-General on the United Nations Stabilization Mission in Haiti. 2 february 2006. p-5
[1] ANNAN Kofi. Report of the Secretary-General on the United Nations Stabilization Mission in Haiti. UN. 28 July 2006. p-18.
[2] Ibíd. p-9.
[3] ALEXIS, Jacques-Édouard. Haití no es un Estado Fallido”. El país. 1 de diciembre de 2006. p-12.
[4] Ibid.
[5] ERIKSON Daniel. The Haiti dilemma. Brown Journal of World affairs. WINTER/SPRIN 2004. p-294.
[6] Ibid.
[7] ANNAN, Kofi. op. cit. p-18
[8] http://www.transparency.org/news_room/in_focus/cpi_2006/cpi_table. Accedida el 4 de diciembre de 2006.
[9] ANNAN, Kofi. op. cit. p-20
[10] VALDÉS, Juan Gabriel. Uso de la fuerza, elecciones y desafíos de la MINUSTAH. Revista Fuerzas Armadas y Sociedad. Chile. 2005. p. 3-15. Chile.
[11] ANNAN, Kofi. Report of the Secretary-General on the United Nations Stabilization Mission in Haiti. 2 february 2006. p-5
1 comentario:
Como trabajos, tanto esta como las otras dos entredas, me parecen muy interesantes, bien montados y documentados. Continuaré profundizando en ellos, por ofrecerte algun comentario mas sustancioso. Por lo menos sabes que los leemos.
Publicar un comentario