2. RAZONAMIENTO
El Comandante de la Operación asigna medios a los distintos esfuerzos que realiza. Por otro lado el enemigo actuará según sus propios planes, que seguramente no se ajusten a los del Comandante. Así pues, en esta situación el Mando necesita disponer de algo con que intervenir en el combate: La reserva. Ésta deberá contar con la potencia de combate suficiente para enfrentarse a los riesgos asumidos en la operación. Si el esquema de maniobra no funciona, la reserva constituirá el medio fundamental para modificarlo, puesto que los demás medios estarán empeñados o no estarán en condiciones, al menos de forma inmediata, para llevar a cabo dicho cometido[2]. Mantener una reserva apropiada es un requisito básico para la flexibilidad, ya que ningún plan podrá prever de manera certera las variadas situaciones que puedan presentarse más allá de los primeros combates[3]. La carencia de una reserva puede llevar a las fuerzas restantes hasta su punto culminante al tener que hacer frente a combates o batallas imprevistas.
La necesidad de una reserva es evidente, independientemente del nivel del Mando que se contemple. Ahora bien, la época de las grandes batallas de la II Guerra Mundial, en la que se enfrentaban varios cuerpos de Ejército entre sí, ya ha pasado. Hoy en día la escasez de efectivos y el tipo de operaciones que se libran en los escenarios es distinta. Las operaciones actuales se caracterizan por la escasez de fuerzas poniendo como excusa la alta preparación y tecnología de las mismas y su gran capacidad de obtener y explotar información e inteligencia. Así, existen ocasiones en que activar una reserva a nivel operacional resulta difícil por la escasez de unidades, aunque no por ello deja de ser necesario.
Entonces, ¿cómo se puede paliar el punto débil de carecer de reservas? La respuesta es haciendo un planeamiento exhaustivo, observando todas las ramas y secuelas[4] del planeamiento durante la fase de análisis de las líneas de acción, en la confrontación con las del enemigo. De esta forma se minimizarán las situaciones imprevistas que se puedan plantear y tener de antemano la solución a todas ellas. Esta solución en un ambiente asimétrico como el que se está viviendo ahora mismo en Afganistán o Irak no es nada tranquilizadora, ya que es imposible prever la actuación del enemigo de una forma tan clara como en un ambiente convencional.
Otra solución podría ser tener previsto utilizar unidades menos empeñadas utilizadas por un Mando Componente. El la Operación Iraqi Freedom de los 500.000 hombres solicitados al congreso se concedieron, por el poder político, 175.000 para iniciar la operación. Esta escasez de fuerzas hizo que no existiesen unidades de reserva. Solo había segundas líneas, al menos al principio. Este hecho contribuyó a que EEUU tuviese que reaccionar a imprevistos con las fuerzas que ya tenían una misión asignada y por lo tanto que no podrían cumplir a partir de ese momento. Por ejemplo tuvo que utilizar unidades implicadas en combate en Faluya desatendiendo así otras necesidades. Desde luego no es la mejor de las situaciones.
De todo lo anterior se deduce la necesidad de la existencia de una reserva operacional que se adapte a las necesidades de cada situación, situada en el lugar adecuado para poder actuar con la mayor rapidez o dotada de unos medios que le aporten esta capacidad.
Sin embargo es evidente que ante una escasez de fuerzas en el nivel táctico es preferible no detraer más fuerzas para establecer una reserva operacional. De esta forma el nivel táctico se verá reforzado y tendrá la capacidad de establecer su propia reserva.
3. CONCLUSION
La falta de flexibilidad por la carencia de reserva operacional podría ser sustituida con un planeamiento exhaustivo desarrollando planes alternativos y subsecuentes extraídos de un profundo estudio del análisis de las líneas de acción (confrontación) o utilizando como tal a fuerzas menos empeñada.
[1] Mando de Adiestramiento y Doctrina del ET. DO2-005. Glosario de Términos Militares. Granada. Mayo 2000. p-228.
[2] EGET. “La maniobra”. Departamento de Operaciones y Logística. Madrid. 2002. p-13 y 14.
[3] MADOC. DO2-008. Doctrina. El nivel Operacional. Granada. Borrador de marzo 2002.
[4] NATO. AJP-3. Allied Joint Operations. September 2002. p-3.9.
BIBLIOGRAFÍA
AJP-3. Allied Joint Operations. 2002.EGET. “La maniobra”. Departamento de Operaciones y Logística. Madrid. 2002.
KAGAN, Frederick W. “The War against Reserves”. American Interprise Institute for Public Policy Research. August 2005.
Mando de Adiestramiento y Doctrina del ET. DO2-005. Glosario de términos Militares. Granada. Mayo 2000.
Mando de Adiestramiento y Doctrina del ET. DO2-008. Doctrina. El nivel Operacional. Granada. Borrador de marzo 2002.